El blog de carlos ochoa

                                                                 




                                                                      EL FIN DEL CAPITALISMO O ALGO PEOR

                                                                                            Carlos Ochoa

   El regalo de cumpleaños a Fidel Castro de la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional fue la aprobación de la Ley de Educación, sin tomar en cuenta las objeciones de fondo de la bancada del partido Podemos, de la Conferencia Episcopal, los rectores de las universidades, los gremios de la educación, la dirigencia estudiantil, política, las asociaciones civiles pro defensa de los derechos humanos y los padres angustiados por la formación ideológica de sus hijos dentro del proyecto del Socialismo del siglo XXI. Desde su retiro de convaleciente crónico, Castro escribe sus “Reflexiones” que son difundidas por todo el planeta. El día de su cumpleaños 83 publicó una reflexión en donde analiza la crisis del capitalismo, y la posibilidad que las contradicciones internas  y no la lucha de clases dé al traste con el sistema. Al final del escrito el comandante se pregunta si el fin del imperialismo puede legarle a la humanidad algo peor.

   En el “País” de España, Mario Vargas Llosa también analiza la crisis del capitalismo mundial en un artículo que titula “Flor de pareja”. Tanto Castro como Vargas Llosa  coinciden en muchos aspectos  en la gravedad de la crisis, pero por supuesto discrepan   en las conclusiones. El novelista e intelectual latinoamericano denuncia en su columna   el enriquecimiento repentino de la pareja presidencial argentina en momentos en que la economía de su país y del mundo atraviesa la más severa de todas las contingencias. El matrimonio de Néstor Kichner y Cristina Fernández  ha acumulado una fortuna imposible para cualquiera en estos tiempos difíciles, de un patrimonio conjunto declarado de 1.200.000 euros en el año de 2003, han declarado en 2008 la cantidad de 8.500.000 euros, revela Vargas Llosa. El denominador común de banqueros como Madoff y políticos como Néstor y Cristina Kichner es la corrupción, la especulación, el aprovechamiento indebido de dinero público y privado.

    En la Venezuela de hoy es una tarea complicada demostrar la corrupción que se fragua desde el poder político. El diputado disidente del chavismo Wilmer Asuaje ha denunciado el supuesto enriquecimiento ilícito de la familia del Presidente en su estado natal, los organismos contralores del estado han desestimado más de una vez, investigar a fondo las denuncias que valientemente ha presentado el diputado. Los medios de comunicación que pudieran ayudar a establecer responsabilidades, no tienen acceso a las fuentes oficiales, el estado venezolano se ha convertido de hecho en un estado inauditable. El festín de la petro revolución bolivariana ha transformado en multimillonarios en dólares y euros de la noche a la mañana a políticos, banqueros y empresarios boliburgueses. Si existe algo peor que el fin del capitalismo, esto debe  ser  el socialismo retrogrado y corrupto que camina por América Latina en sus diferentes versiones cubanizadas. El oportunismo de los Kichner, les ha permitido enriquecerse indebidamente mientras cuestionan al capitalismo, millones de argentinos como dice Vargas Llosa, se consumen en la miseria viendo estupefactos como la pareja presidencial se enriquece de manera impensable.

   El desaliento que consume a la Venezuela democrática que milita en la confusa y desarticulada oposición política venezolana, tiene que  sembrar y cosechar una esperanza que nos cobije a todos. La crisis del país  está en los hospitales, en la inseguridad que impunemente asesina, en la carencia de viviendas y servicios públicos, y en la corrupción que corroe los intestinos de una revolución que nunca ha sido. Para convertir el pesimismo en posibilidad de cambio hay que repensar la política en tiempo presente, sacarla del futuro límbico a donde la ha llevado Chávez con sus permanentes  promesas  que lo mantienen conectado emocionalmente  a casi la mitad del país. La doble moral que permite a los Kichner en Argentina  y a la boliburguesía chavista en Venezuela, como a la nomenclatura cubana en medio siglo en el poder, enriquecerse en medio de las necesidades de la población, es el ingrediente más cínico de la receta del socialismo salvaje de cualquier siglo.