El blog de carlos ochoa

                   TODO EL PODER PARA LOS CIUDADANOS

                                                Carlos Ochoa

   La toma violenta de los centros de salud por parte de la Guardia Nacional en el Estado Miranda, ha producido una respuesta contundente por parte del Gobernador Henrique Capriles, diría que además de contundente el pronunciamiento del gobernador es radicalmente revolucionario. Capriles ha firmado un decreto de traspaso de funciones y coordinación de todos los centros de salud del estado Miranda a los Consejos Comunales, sin dejar de asumir sus responsabilidades administrativas y presupuestarias. El hecho no deja de ser sorprendente en un país donde la política clientelar arruina cualquier iniciativa de organización popular. Recordemos las experiencias recientes del cooperativismo, que con una inversión multimillonaria por parte del estado, arroja un saldo negativo, que ha convertido a Venezuela en un cementerio de este tipo de organizaciones empresariales populares. Ya ni el Presidente se acuerda de los Círculos Bolivarianos, que en teoría le brindarían el apoyo necesario para consolidar ideológicamente el proceso basado en el árbol de las tres raíces. Los Consejos Locales de Planificación son una entelequia burocrática sin funciones ni poder. Las misiones sociales que en su momento sirvieron para paliar las necesidades de los más humildes, no han logrado una reingeniería que les permita estabilizarse más allá del discurso demagógico y la dadiva humillante. La redistribución de la inmensa riqueza que ha administrado en esta década la  revolución bolivariana, ha fracasado como lo muestran los estudios de índice de violencia, pobreza y ocupación, fundamentalmente porque el discurso del gobierno nacional que promueve una supuesta revolución socialista, no ha podido por sus múltiples carencias y errores,  desarrollar primero un capitalismo de estado inclusivo, que transfiera eficientemente los medios de producción estatizados a las comunidades de ciudadanos organizadas sin importar el color de la franela que visten en las menguadas marchas de uno y otro lado.

   El gobernador de Miranda está dando un paso importante para el diseño de una estrategia que desmitifique el discurso oficialista en relación a la participación de las comunidades y el ciudadano en la vida pública. Desde que Lenin en 1917 pronunciara su famosa propuesta de "Todo el poder para los Soviets", no ha habido intento socialista o pseudo revolucionario que no haya hecho suya la frase y que no haya fracasado. En Cuba  y ahora en Venezuela, la violación de la soberanía ciudadana es permanente. El control del estado, del partido, del pensamiento único y los lineamientos  de cómo tiene que organizarse el ciudadano en la comunidad, es un atentado a la iniciativa popular. Si el ejemplo de Capriles se convierte en una política común de los gobernadores y alcaldes de la oposición, se verán resultados alentadores.

    El Socialismo del siglo XXI es en esencia idéntico al socialismo real del siglo XX,  y por ello no puede desligarse la concepción de la  categoría pueblo, de la  incondicionalidad y el tutelaje que el líder ejerce en el colectivo nacional  que dice representar, llámese Fidel Castro o Hugo Chávez.  La oportunidad que abre la transferencia de poder en áreas tan sensibles como la salud  a los Consejos Comunales, Asociaciones de Vecinos y otras estructuras organizativas de los ciudadanos sin importar su afiliación política, afrontará sin dudas escollos importantes, contradicciones y saboteo del gobierno, pero tendrá también la oportunidad de demostrar, que si se puede ser eficiente y mejorar la calidad de vida de las comunidades, sin vulnerar y menospreciar sus capacidades, como hasta ahora ha venido ocurriendo con el intervencionismo centralista y presidencialista del Presidente Chávez. La consigna positiva que debemos asumir en esta coyuntura como parte de una  agenda política que pretenda constituirse en alternativa debe ser todo el poder para el ciudadano.